viernes, 22 de agosto de 2008

Antonio






Casi por ayuda de las ánimas, Antonio, abrió los ojos, la iluminación de un nuevo día, como acabado de salir del horno. Nada piensa un hombre recién levantado, nada, solo una gran emoción de haber salido del sueño. Debe comenzar a cansar todos sus ánimos si quiere volver a la cama. Se levanta se dirige a su cocina, que apesta a quemado, nunca fue buen cocinero. Prefiere la comida con hedor a manos ajenas. Prepara un tinto, busca en una gaveta del corredor principal una caja de cigarrillos. Desliza una silla a su comedor, ubicada perfectamente al frente de la ventana, ventana que sirve para la huida de todos los humos y vapores de las cosas que consume. Prende el cigarrillo, toma su tinto, y comienza a agendar cada una de las horas que habrán de llegar sin demora, siempre puntuales.
Primero un baño, vestirse, cepillarse los dientes, dejar la veladora prendida para la virgen Maria, la bendición, las escaleras que apuntan a la calle, la calle, el sol, el sonido de los carros, el policía, su vecino, que saluda desde el balcón. Llega a su puesto de venta, que queda a ocho cuadras, saluda al celador de un cajero desgastado y viejo. Le quita el plastico encima a su puesto de chucherias, vende cigarrillos, chicles, galletas, papas, súper coco, mentas, fósforos, maní, etc. Limpia cuidadosamente toda su mercancía, abre unas puertecitas del puesto de madera y saca una pequeña silla. Saca un grabadora, la conecta a unos cables de luz que pasan por encima del andén, coloca su emisora preferida, enciende un cigarrillo. Se sienta, llega un cliente, es un chicle que se vende por doscientos pesos. Llega la señora de los desayunos, le compra uno, come, se toma una bolsita rellena de limonada, también las vende y las guarda en un baldecito.
Ahí apenas comienza a salir el sol calcinante, ahí apenas comienza su naufragio de chismes callejeros.
Ya habiendo agendado su día, en un lió presupuestado para el resto de su vida. Esta vez abría algo diferente, un simple golpe en la puerta. Tocan a la puerta, es el ama de llaves de la pensión, le dice que abajo le espera una llamada, cuatro cartas en el correo y el periódico. Se coloca toda su ropa, después de un agonizante baño, y contesta la llamada.
-Don Antonio le llamamos para avisarle su plazo en desalojar el anden, y ha usted lo ubicamos en un mejor sitio, si quiere pasa por aquí y conversamos-no gracias, los dejo tengo que trabajar. Cuelga el teléfono y mira las cartas, solo las cuenta, recoge su periódico y se para en la esquina, allí se encuentra su cantina preferida, pide un aguardiente, mira las cartas, la primera es de su hija que le habla desde España, la segunda es un certificado de defunción de su esposa muerta ya hace seis años, la otra es de espacio publico, van tres cartas y la cara del hombre no parece muy satisfecha. Tiene una mirada seca, casi sin ninguna expresión. La cuarta es de un viejo amigo que anda tras las rejas y la quinta carta es de su funeraria. Mete su mano en el bolsillo de su gabán, saca un encendedor y le prende fuego a las cartas sin abrir, afuera en la calle. Se toma el aguardiente de un tirón, lo paga y se va en dirección opuesta a su tienda de chucherias. Camina una hora exactamente y entra a un café, pide un tinto, un cigarrillo que prende para hacer la mezcla perfecta. Una mujer lo mira, casi sin moverse, el hombre, Antonio, llama a la mecerá y pide que le lleven un tinto a la mujer que lo mira, pero esta lo rechaza y a cambio le envía una nota que dice-no valgo un tinto, solo una mirada y una boca cerrada-. Antonio algo apenado, se para y se sienta frente a ella, saca un papel y escribe con el lapicero de ella, que se encontraba sobre la mesa-¿camina usted conmigo?- la mujer asiente con su rostro y ambos se pierden en las calles.

4 comentarios:

Anónimo dijo...
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Yaqueline dijo...

MUY BUENO TU BLOG.
PASATE POR EL MÍO CUANDO PUEDAS.
http://yaqueline-masdecienmentiras.blogspot.com/
AÚN NO SUBO MIS ESCRITOS, PERO PRONTO ME ANIMARÉ A HACERLO.
Yaqueline, de Uruguay

Yaqueline dijo...

Gracias por pasar por mi blog, estoy organizando mis escritos y pronto los podrán leer.
Mira que somos muchas las mujeres a las que nos seducen las poesías y los poetas..
No sé cómo hacer para que la dirección de tu blog se vea en el mio como tu lo tienes, me ayudas?
Saludos y sigues escribiendo, es maravilloso...
Yaqueline

Yaqueline dijo...

Amigo, claro que el texto es mío, desde ahora en adelante subiré mis textos, de lo contrario siempre registro el nombre dle autor si no es mío lo que publico.
Cuando quiera hablamos, gracias por tus palabras.
Yaqueline
yaquelinebrun@hotmail.com