lunes, 16 de mayo de 2011

El Enemigo Del Imaginario



Montarse a una nube es tan difícil como descender o ascender por un arco iris, pero en las pinceladas que se dan de los ojos para dentro todo es posible, incluso escalar el monte Everest desnudo sin una pizca de frió es posible. Pero en estos días viene rondando las azoteas, un ser de corbata, es hermoso pero con una profundidad peligrosa en sus ojos, muestra un aura llena de odios, es un condenado como todos, pero a este ser en especial lo condeno la humanidad, las leyes y el poco amor. Él ha sido enviado por una corte de hombres siniestros para mantener en tierra a todos los que navegamos el ancho mar de la imaginación, él es quien fabrica esas maquinas que escupen imágenes noche y día, es él quien lleva todo nuestro instinto de aventura a un letargo tal que nos ha llevado a ser autómatas, abanderados del tedio y el aburrimiento. Lo conocí hace poco, dice llamarse Balban, me tome unas copas con él, se emborracho y comenzó a sacar poco a poco una humanidad latente en sus palabras, lloro pues sabia secretos que le roían lentamente el espíritu y cada vez se sentía mas poseído por el odio y el desden a los seres vivos. Esa noche, regresa a casa recosté mi cabeza sobre la cama y tuve un sueño, en el recorría mi casa, los lugares que mas frecuento y todas las personas que se cruzaban a mi paso tenían el rostro seco, ninguno poseía ya una sonrisa; continué recorriendo las calles cuando de repente sentí la presencia de Balban, mire hacia atrás y estaba él pisándome los talones, acelere el paso, llegue a la puerta de casa, busque mis llaves en los bolsillos, abrí rápidamente, cerré la puerta e ingrese rápidamente al baño, comencé a lavarme la cara, alce la mirada y en el espejo en ves de mi rostro estaba el de Balban.