lunes, 25 de enero de 2010

Para Todos los Días






Marchar con la bandera de la existencia,



No desistir ante la inminente locura y comerse el silencio.



Abrazar la soledad y caminar con el animal



que afuera convive con el mundo.



Buscar la distancia, adentro y afuera.



Mantenerse en constante reconciliación con todo.



No olvidar que siempre la soledad va con los pasos.



Recurrir a la fuga con la escritura y el arte.



No dejar el abrazo y no soltar al animal hasta que sea necesario.



Vivir en paz con todo.



Meditar constantemente en esa soledad.



Que la compañía nunca sea intrusa, que sea aliada.



Descanso en las noches y movimiento en el día.



Mantener el ritmo hasta el final del día.



¡Movimiento mucho movimiento!



Cumplir la promesa:



“Un pie en las nubes y otro en la tierra”



Y marchar al destino que se escribe con la acción de vivir.