martes, 14 de octubre de 2008

Al no lector


Este es un blog solitario, no conozco muchos visitantes, que den su mirada por estas letras, son pocos los cometarios, pero tampoco demasiado necesarios. De vez en cuando, un navegante de la red encalla por aquí, lee, pero se marcha. Los que llegan son callados, no descubro quienes son, escribo para el desconocido, para el extraño, para el viajante de la red. Hay pocos que dan un espacio para los cuentos, para los desnudos. Este blog es una isla, un pequeño montículo de arena que pocos encuentran, esta en los límites del mundo plano, recto, con temblores de tierra, con deslizamientos de arena, con personajes invisibles, con armas de mentiras. Aquí deambulan, pequeñas historias, pequeños relatos, de sucesos que solo ocurren dentro del mundo que no existe. Así que al lector que no lee estas páginas, dedico estas palabras. Por que va por ahí sin fijarse en mí y en lo que pienso. Va con él mismo, sin más ni menos, solo él. Creo que es un espía que utiliza a su antojo todo lo que lee. Y algunos escritores, prefieren acomodar en su pantalla un contador, cuantos pasaron por allí, esculcaron todos los textos, dejaron la crítica para ellos, y el deleite es su egoísmo. Estos lectores desconocidos, tal vez estén en casa tomando un tinto, fumando un cigarrillo, rascándose la cabeza, preparando algo de comer, o sentado desnudo frente a la pantalla, o escuchando un jazz para darle baile a su lectura. Es un espía sin quererlo, ese es el mejor espía, es el vagabundo, el que de verdad vaga, y une un rompecabezas con el conocimiento, con las historias que algún desprevenido escritor dejo suelto, publicado para un público transparente. ¿Que sabremos nosotros que publicamos, que pasa en el momento en que el lector posa su mirada en nuestros pensamientos?, ¿Qué harán con ellos?.
Lector, no lector, te dejo aquí la carta, la que no precisa una respuesta, ni un comentario.
Tu deleite también será mío.