miércoles, 18 de abril de 2012

Vacilaba,
zigzagueaba,
cuestionaba,
si ir o venir,
dudaba entre el adentro y el afuera,
pero la profundidad,
de su silencio cóncavo... lo arrojo al eterno misterio del vacío,
y no se escucho mas el paso inquietante.
Y ahora, solo ahora, se percibe un susurro,
una oración de gracias.


Pie de Zambo

lunes, 16 de mayo de 2011

El Enemigo Del Imaginario



Montarse a una nube es tan difícil como descender o ascender por un arco iris, pero en las pinceladas que se dan de los ojos para dentro todo es posible, incluso escalar el monte Everest desnudo sin una pizca de frió es posible. Pero en estos días viene rondando las azoteas, un ser de corbata, es hermoso pero con una profundidad peligrosa en sus ojos, muestra un aura llena de odios, es un condenado como todos, pero a este ser en especial lo condeno la humanidad, las leyes y el poco amor. Él ha sido enviado por una corte de hombres siniestros para mantener en tierra a todos los que navegamos el ancho mar de la imaginación, él es quien fabrica esas maquinas que escupen imágenes noche y día, es él quien lleva todo nuestro instinto de aventura a un letargo tal que nos ha llevado a ser autómatas, abanderados del tedio y el aburrimiento. Lo conocí hace poco, dice llamarse Balban, me tome unas copas con él, se emborracho y comenzó a sacar poco a poco una humanidad latente en sus palabras, lloro pues sabia secretos que le roían lentamente el espíritu y cada vez se sentía mas poseído por el odio y el desden a los seres vivos. Esa noche, regresa a casa recosté mi cabeza sobre la cama y tuve un sueño, en el recorría mi casa, los lugares que mas frecuento y todas las personas que se cruzaban a mi paso tenían el rostro seco, ninguno poseía ya una sonrisa; continué recorriendo las calles cuando de repente sentí la presencia de Balban, mire hacia atrás y estaba él pisándome los talones, acelere el paso, llegue a la puerta de casa, busque mis llaves en los bolsillos, abrí rápidamente, cerré la puerta e ingrese rápidamente al baño, comencé a lavarme la cara, alce la mirada y en el espejo en ves de mi rostro estaba el de Balban.

jueves, 23 de diciembre de 2010

La Cueva


Vuelvo a este lugar que contiene veinte años,


el mismo lugar que conoce esa temible intimidad,


en ella transcurrieron todos los estados y todas las emociones,


aquí estuvo la explosión y la implosión,


la esperanza y la desesperación,


pero aquí nunca se dejo de florecer con dolor de parto constante.


En este mi hogar llega la luz cargada de notas musicales.


Veo en derredor la cicatriz del tiempo con los nuevos libros,


nuevas pinturas en las paredes,


nuevos aromas,


nuevas canciones,


en este sitio no se detuvo el tiempo, pues todo en el recinto marcha lento,


como un cronometro marcado por el insomnio;


esos ojos inquietos que no se pierden un minuto de la transformación.


Mí cueva hoy es otra y yo un extraño,


sin embargo los fantasmas que yacen aquí son carbones encendidos que mantiene tibia la cueva,


Para conservarla amorosa, tan digna como la palabra HOGAR,


Que tanto eleva los sueños de patria tranquila.


Esta es mí barca,


mí nave,


tren,


mí automóvil,


mí motocicleta,


mí nube,


mí máquina del tiempo,


desde aquí llego a mi alma y al resto del mundo.


Estamos en viaje.



martes, 23 de marzo de 2010

lunes, 25 de enero de 2010

Para Todos los Días






Marchar con la bandera de la existencia,



No desistir ante la inminente locura y comerse el silencio.



Abrazar la soledad y caminar con el animal



que afuera convive con el mundo.



Buscar la distancia, adentro y afuera.



Mantenerse en constante reconciliación con todo.



No olvidar que siempre la soledad va con los pasos.



Recurrir a la fuga con la escritura y el arte.



No dejar el abrazo y no soltar al animal hasta que sea necesario.



Vivir en paz con todo.



Meditar constantemente en esa soledad.



Que la compañía nunca sea intrusa, que sea aliada.



Descanso en las noches y movimiento en el día.



Mantener el ritmo hasta el final del día.



¡Movimiento mucho movimiento!



Cumplir la promesa:



“Un pie en las nubes y otro en la tierra”



Y marchar al destino que se escribe con la acción de vivir.

jueves, 10 de septiembre de 2009


Observar el abismo,

arrojarse al acantilado,

sumergirse al pozo,

hundirse en el mar,

perderse en el desierto,

encontrar el vacío,

caer en la nada y…

descansar con los Dioses.

miércoles, 5 de agosto de 2009

¿Quién ordena?


¿Quien ordena, quien escribe la dictadura de las cosas, por que gira la tierra y que hay de esos otros planetas, quien ordena que eso sea universo? Yo muevo este esqueleto, parpadeo, camino, me baño, me peino, me alimento, defeco, pero ¿quien ordena, el desorden que nos ordena? ¿Qué fuerza rodea el paisaje y lo hace bello? ¿¡Como diablos! asimilar, que todo cuanto acontece debía ser y fue? que destello de dudas pueblan hoy la cadena neuronal, esa es una perfecta cadena de comandos inteligentes, que albergados constituyen conocimiento.
¿¡Como rayos devoramos esa fuente de conocimiento y afirmamos algunas verdades!?
¿¡Cómo vientos, afirmamos que la muerte es muerte y que vida es vida!?
Allá en algún lugar, en una dimensión cósmica, hay algo que ordena, el caos y la armonía, es el escribano de los acontecimientos. Pero continuamos, por algún impulso misterioso a dudar de la verdad, no aceptamos una respuesta y la transformamos en nueva duda.
¿¡Como estrellas, descifrar que la eternidad existe y estamos en ella!?
Dejemos de ser esclavos de las órdenes, vámonos a la quietud, elevemos el “sin-movimiento”, semejante a un astro o una divinidad. Prendamos fuego para el ritual de resistencia, afuera todo nacerá, morirá, mientras la quietud de cuerpo y espíritu, están en la paz y libertad de no hacer nada, que ordene, el impulso extraño y misterioso. Seamos consientes de que hay fracaso, cederemos a las órdenes naturales y divinas, viviremos porque así debía ser. Triunfa el orden por esa necesidad del movimiento. ¿Quién ordeno que así fuese, quien es el opresor, que dice, que dicta que puedo hacerlo todo, como es que ordena que yo sea libre?
Mientas nos hallamos aquí detenidos, matándonos unos a otros, creyendo que no hay otra cosa para hacer, nos entretenemos con esa idea de libertad, con eso se distrae el mundo, por el miedo a preguntarse la existencia.
¿! Como arboles olvidamos a la humanidad y nos preocupamos por el material de conformidad!?
Nos llenamos de aparatos que roban la atención que reclama la duda. Así debía ser, transformamos la necesidad en ineptitud. Somos bobos, que no atienden al llamado del infinito. Algunos son buenos complicados, porque observan a los astros y a todas las cosas con la duda en el bolsillo, ese es su dinero inagotable, para abrir las puertas, que conducen a las ordenes divinas, que nadie entiende quien las ordena.
¡Ho esfera natural! Acógenos en la plenitud, en el cuarto de detención, donde no hay rincones, ni paredes, donde el blanco y el negro son uno y donde todos somos todo.
¿! Como flores olvidar que tenemos cuerpo y que es divino portarlo, pero que el también ordena, y que nosotros somos la guía, la voz interna que controla todo lo de allá afuera!?
Que inconforme resulta el sufrimiento de estar vivos, el saberse actor y participe de los acontecimientos. Así debía ser y fue. Ni la locura te salvara de ser parte de todo esto que presenciamos.

Como un soplo, como un aire invisible, se ordena también que cierre esta página, que la lluvia ha cesado, que la duda lo espera afuera de las amadas paginas.
Esto es un anhelo, que la pregunta sea respuesta, y que la respuesta sea verdad, para que la verdad se convierta en nueva duda.

miércoles, 3 de junio de 2009

Cuando Habla Mí otro yo

Tengo un hombro dislocado, tengo la frente llena de sudor, tengo un bulto de piedras en mi estomago y un dolor que no me deja tranquilo en mí cabeza. Todo anda permeado de una terrible desazón, llevo años tratando de deshacerme de esta incertidumbre, pero hay algo que me persigue, un algo que no me deja tranquilo, un no se que. Entonces pierdo la cordura y comienzo a surcar los cielos, a perderme en mundos que nadie desea visitar, mundos que nadie podrá conocer, solo yo y nadie mas que yo habita allí.

Las montañas en estos bellos días de ocio sean convertido en mi refugio, salgo a caminar a encontrar solos a los arboles y a las flores, a mi derredor solo veo un verde feliz de tanto sol y doy un giro con la mirada y nadie visita estos bellos paisajes, los paisajes viven solos sin perturbaciones y me regalan esa paz de convivir en soledad. Estoy en paz. Bajar al pueblo o a la ciudad siempre es un tormento, no puedo lidiar con tanto ruido, a veces creo que quedarme sordo puede ser una bendición, pero otras veces creo que puede ser perturbador no escuchar la música que regalan algunos poetas del lenguaje musical. Llegar a la ciudad verme golpeado por la realidad, bajarme de la nube y comenzar con esos nuevos dolores, ¿que puedo hacer?, hay que lidiar con esto de estar vivo, reconocer que las sensaciones de paz y tranquilidad son cuestiones efímeras, o un tanto fantasiosas, hay que lidiar amigo Cristian, con la alegría y la tristeza de estar vivos, hay que aceptar la ambivalencia que regalan los astros, esos que se esconden en la lejanía.

Así transcurren muchos de los días, es un batallar constante, es un esfuerzo, es un soñar, es un perderse por los laberintos, es sumergirse en las profundidades de las preguntas sin respuestas, es caminar sin pensar donde cae el siguiente paso, es vivir, “Aquí y ahora”.


martes, 3 de marzo de 2009

La Cosa



¿Que temor es este?
¿Por que la insatisfacción?
¿Por que me desgarro hacia adentro?.

No entiendo nada de lo que me propongo resolver,
encuentro un desasosiego,
una desesperación, una palpitación que dice,
que formula mi modo de partir.
¿Cuanto puede resistir alguien
mientras vive?,
por que no dar el fin,
sin estar a la espera del caótico encuentro.

Es mejor irse y dejar de estallar tantas veces,
es mejor aventarse a la lluvia y nunca mover un músculo.

¿Como llegar a la serenidad?
¿Como ser propietario del yo,
sin sentirlo lejano?.

¿Como explicar y ser explicado?
Quisiera la suavidad del mar,
de la parca,
Quisiera alcanzar la plenitud,
tener la llave,
abrir el cofre, y ver el destello de ser pleno,
de ser paz,
de ser amor.

Quiero el premio de la despedida,
de la cama ataúd,
quiero la salida,
el derramamiento de vida,
pero sin odio hacia ella o hacia algo.
Partir sin más.

No lloréis,
no derraméis la energía por esto que ya desaparece,
que ya es falto de vitalidad.

¡Ha! La brutalidad de ser el propio yugo,
es atemorizante,
hay temblor en el espíritu,
el alma araña las fronteras que lo contienen.

No deseo la decisión,
que podría tomarse ahora o después,
tengo la incertidumbre del quizás.
!Incertidumbre¡.