martes, 3 de marzo de 2009

La Cosa



¿Que temor es este?
¿Por que la insatisfacción?
¿Por que me desgarro hacia adentro?.

No entiendo nada de lo que me propongo resolver,
encuentro un desasosiego,
una desesperación, una palpitación que dice,
que formula mi modo de partir.
¿Cuanto puede resistir alguien
mientras vive?,
por que no dar el fin,
sin estar a la espera del caótico encuentro.

Es mejor irse y dejar de estallar tantas veces,
es mejor aventarse a la lluvia y nunca mover un músculo.

¿Como llegar a la serenidad?
¿Como ser propietario del yo,
sin sentirlo lejano?.

¿Como explicar y ser explicado?
Quisiera la suavidad del mar,
de la parca,
Quisiera alcanzar la plenitud,
tener la llave,
abrir el cofre, y ver el destello de ser pleno,
de ser paz,
de ser amor.

Quiero el premio de la despedida,
de la cama ataúd,
quiero la salida,
el derramamiento de vida,
pero sin odio hacia ella o hacia algo.
Partir sin más.

No lloréis,
no derraméis la energía por esto que ya desaparece,
que ya es falto de vitalidad.

¡Ha! La brutalidad de ser el propio yugo,
es atemorizante,
hay temblor en el espíritu,
el alma araña las fronteras que lo contienen.

No deseo la decisión,
que podría tomarse ahora o después,
tengo la incertidumbre del quizás.
!Incertidumbre¡.